El peinado: un lenguaje
Me corté el pelo hace dos semanas por que sí. Venía con el antojo desde hacía tiempo y quería quemarlo. Pero jamás imaginé la lectura que harían las personas de mi nuevo corte.
Para muchos ha significado una renuncia a la feminidad y a la belleza. Las frases más comunes: “ya perdió a todos sus admiradores”, “por qué hizo eso”, “¿qué te pasó?”, “tan lindo que era tu pelo”, entre otras. Y me volví invisible en la calle (cosa que me hace realmente feliz).
Pero la lectura que más me ha llamado la atención es aquella que asocia el corte de pelo con el proceso de duelo. Muchas personas me han preguntado si algo me sucedió, si perdí a un ser querido, si terminé con el novio… Y hablando con una amiga, me contó que cuando ella estaba atravesando un proceso de duelo muy fuerte, se cortó el pelo.
No es entonces descabellado asociar el pelo corto en una mujer con el duelo. Después de todo, el peinado es también un lenguaje. Y todo lenguaje está atravesado por la Historia.
Pues bien, en Occidente, el pelo ha sido un distintivo de género. Como explica la arqueóloga Elizabeth Bartman, el pelo largo como símbolo de feminidad se consolidó en los tiempos de la antigua Grecia. Los hombres usaban el pelo largo, pero las mujeres lo usaban aún más largo. Y cuando una mujer enviudaba, se cortaba el pelo y lo enterraba en la tumba del marido. Y en el rito de enterramiento las “lloronas” no podían faltar: mujeres que entre llantos y lamentos, se arrancaban el pelo.
La imagen de las viudas griegas y las lloronas me trae a la cabeza el corte de pelo de Frida Kahlo, que está tan bien dramatizado en la película dirigida por Julie Taymor: un claro ejemplo de que aún en la modernidad, en Occidente el pelo corto en una mujer se asocia al duelo.
Ahora, en el Imperio Romano y en la mal llamada “Edad Media”, el pelo siguió siendo un elemento distintivo de género. Así, el historiador Robert Bartlett relata que en 1094 el Arzobispo de Anselm, Canterbury, se negaba a darle la bendición a los hombres que se dejaban el pelo largo, “como mujeres”.
Como cabe esperar, la cosa también funcionaba a la inversa: que una mujer se cortara el pelo se leía como una traición de género. De ahí que, entre otras cosas, el look de Juana de Arco los haya escandalizado a todos… Quizás el pelo largo la habría salvado de la hoguera.
Así las cosas, no es extraño que el pelo corto en una mujer sea controversial. En especial cuando ha sido un recurso simbólico muy poderoso, utilizado por los victoriosos para representar la derrota de los pueblos subyugados. Así, cuando Francia fue sometida por el Tercer Reich, los alemanes raparon a muchas mujeres y las obligaron a caminar por las calles desnudas, como puede observar en estas fotos:
Este acto de violencia, y la importancia que juega el pelo de las mujeres en el ritual de los victoriosos, me recuerda a la película “Agua”, de Deepa Mehta, que explora la vida de las viudas en un ashram en India.
Cuando las mujeres enviudan en la India, pasan a ser consideradas de mal augurio, malditas. Son repudiadas por sus familias y despojadas de su estatus social. Y es entonces cuando empiezan a vestir de blanco y se rapan la cabeza: símbolos por excelencia de duelo. Pero también de castigo social…
Otro ejemplo del uso narrativo del peinado, se encuentra en los patrones de trenzado utilizados por los esclavos africanos en los años de la esclavitud en América. Los cimarrones utilizaron estas trenzas pegadas al cráneo (conocidas como tropas) para definir rutas de escape. Así es: por extraño que parezca, las trenzas funcionaban como mapas.
Este uso del peinado afro ha llegado a nuestros oídos a través de la tradición oral, siendo transmitido de generación en generación, y guarda una estrecha relación con el uso de los peinados en África. En aquel continente, los patrones de trenzado hacían referencia al parentesco, la edad, la religión y el grupo étnico.
Por otra parte, durante la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos las mujeres empezaron a usar los “Victory Rolls”, unos rulos bien particulares que se hacían de la frente para atrás. Hay todo tipo de mitos asociados a los Victory Rolls. Hay incluso quienes dicen que representaban las piruetas de los aviones militares… Pero sea como fuere, el hecho es que rapidamente se convirtieron en símbolo de patriotismo.
Y he ahí mi ejemplo final para convencerle de que el peinado no es una cosa sencilla. Es todo un lenguaje: nos habla de las distinciones que se demarcan en las sociedades, desde las distinciones de género, hasta las distinciones de clase social. Juega un papel fundamental en los procesos de guerra y dominación. Es un elemento clave en la construcción de la identidad individual y política. Y a menudo funciona como símbolo de procesos emocionales y de castigo social.
Bibliografía:
Stenn, Kurt. “Hair: A Human History”. Estados Unidos: Pegasus Books, 2016.
Fabry, Merrill. “Now you know: How Did Long Hair Become a Thing for Women?”. Revista Time, 2016. Disponible en: https://time.com/4348252/history-long-hair/
Mendelvieso, Nelly “Mapa de fuga y otros secretos afro”. Universidad Nacional: Periódico UN. UNP No. 67. Septiembre de 2006. Disponible en: http://historico.unperiodico.unal.edu.co/ediciones/67/08.htm